Antes que el despertador
Amaneció antes que el despertador. Sentía los ojos cansados y el corazón dolido, como si hubiera corrido una maratón sin moverse de la cama. Se sentó al borde del colchón y, por un momento, pensó en ponerse la máscara de siempre. La de «estoy bien», la de «no te preocupes», Leer más…









